Foo Fighters: Pura potencia

Luego de un largo receso, los Foo Fighters volvieron a la pista con este nuevo disco y ¡Qué disco! El tiempo de descanso y trabajar en la intimidad del garaje de David Grohl les sirvió. “Wasting Light” es un verdadero tapaboca para quienes dudaban de la calidad musical de la banda o para quienes los consideraban una sombra difusa de Nirvana. Le demuestran al mundo que tienen experiencia, calidad musical y sello propio.

Se me vienen a la cabeza dos palabras para describir el álbum: consistente y potente. Un disco “redondito” que desde el primer tema “Bridge Burning” te vuela las neuronas anunciando lo que viene en este álbum que parte fuerte sin decaer jamás.

Sigue subiendo la potencia con “White Limo” con una guitarra que no da tregua y una desgarrada voz de Grohl. “These days” comienza con una baja de revoluciones, sin embargo el coro nos regresa a la potencia del álbum.

“I should have know” merece mención aparte. Acompañado por el bajista de Nirvana, Kirst Novoselic, Gohl compuso esta canción recordando a Kurt Cobain. A pesar de que nunca lo menciona directamene, la letra tiene profunda relación con el vocalista Nirvana. “Debería haber sabido que iba a terminar de esta manera / Debería haber sabido que no había otra manera / No escuché su advertencia” dice esta melancólica melodía. Y es que Grohl aún no supera del todo la partida de Cobain. Después de todo es quien es gracias a él y la mítica banda de Grunge.

El álbum no podría tener un mejor cierre, “Walk” es el broche de oro del disco, un final en el que la potencia te llega a poner los pelos de punta. Excelente interpretación y una impecable voz de Grohl, partiendo con una suave guitarra y subiendo la fuerza para un coro que se te queda pegado en la cabeza. Un perfecto resumen de lo que es el álbum y el espíritu de Foo Fighters.

A pesar de que todo el disco tiene el mismo nivel de potencia con fuertes guitarras y batería, no satura ni se hace monótono. “Wasting Light” logra superar las expectativas y con creces.