martes, 22 de marzo de 2016

LollaCL 2016: Dedo arriba, Dedo abajo (sábado)


Como es habitual, Lollapalooza Chile 2016 fue un festival lleno de matices y acá analizamos lo bueno (dedo arriba) y lo malo (dedo abajo) de los conciertos que le dieron vida.

Textos por Camilo Pérez, Mel Vargas e Ignacio Silva.

DEDO ARRIBA

Javiera Mena: Sin espacio a dudas (14:00 hrs. Itaú Stage)
El de Javiera Mena en Lollapalooza era, en el papel, uno de esos shows imperdibles por razones que trascienden lo musical. Era, en definitiva, el espacio para ver cómo se levantaba públicamente tras su polémico paso por el Festival de Viña del Mar. Y lo hizo de la mejor manera. En su hora de concierto, Mena dejó en evidencia que fuera del ruido televisivo es una artista con las cosas claras. Erigida en una tarima llena de sus sintetizadores y máquinas, la alumna más aventajada del pop local lanzó casi sin pausa canciones de su excelente "Otra Era" que mantuvieron la energía a tope hasta la calma de 'Esquemas Juveniles'. Todo, con el sonido robusto que logra con su banda y complementado por el efecto de la mezcla de su cuerpo de baile y las visuales. Javiera Mena es dueña de uno de los mejores espectáculos festivaleros de estos lados y lo demostró sin contratiempos. Ni el horario, ni el calor, ni mucho menos las críticas pudieron contra eso. I.S.

The Joy Formidable: Huracán express  (14:15 hrs. Acer - Windows 10 Stage)
El grupo galés conducido por la luminosa Ritzy Bryan se lleva el curioso “honor” de ser el concierto más corto de la jornada 2016 de Lollapalooza. Pese a ello, y a un setlist medianamente irregular (la fantástica 'This Ladder is Ours' daba para ser ejecutada con su intro original, sea a principio o final de la presentación, por ejemplo), las ocho canciones de The Joy Formidable fueron prueba de fuego para su avasalladora presencia, y sirvió con dos de ellas, 'The Last Thing on My Mind' y 'Passerby', para aumentar la expectativa sobre su nuevo álbum. Sólo existe ese pequeño reparo: ese espacio de tiempo pudo ser aprovechado en su totalidad. C.P.

Eagles Of Death Metal: La esencia del rock and roll (15:00 hrs. VTR Stage)
Muchos querían ver a los californianos por simple morbo; por presenciar en vivo a la banda que fue protagonista de aquel terrible atentado en Francia a finales del año pasado. Pero los que fueron por ese motivo, claramente, se retiraron con un dulce sabor en la boca. Si hay algo que caracteriza a esta sátira llamada Eagles Of Death Metal es la energía y el rock and roll duro, atacante y sin filtro que presentan con máxima seguridad sobre el escenario. Su propuesta no es nueva, pero aun así, se siente fresca. Y esa es la dualidad que encanta. Es que con un frontman como Jesse Hughes, ya sabes que puede pasar cualquier cosa. Con una locura desbordante, el amigo personal y colega musical de Josh Homme (Queens Of The Stone Age, Kyuss, Them Crooked Vultures, Eagles Of Death Metal) se mostró extasiado con la respuesta del público chileno. Para ser su primera vez en Chile, el show fue un ganador absoluto. Comenzando con la intro del clásico de Kool & The Gang, ‘Ladies Night’, entraron enérgicos al escenario dándole el vamos al espectáculo con ‘I Only Want You’. De ahí en más, fueron puros aciertos. ‘Complexity’, ‘Whorehoppin (Shit, Goddamn)’ y ‘I Want You So Bad (Boy’s Bad News)’ fueron parte del repertorio. Tan cómodos estaban que incluso se dieron el gusto de tocar ‘Save a Prayer’ de Duran Duran. La hilarante personalidad de Hughes y el notorio buen momento que pasaba la banda fue fundamental para que el público quedara con gusto a poco. Definitivamente, un show inolvidable. M.V.

Bitman & Roban: Los años no pasan en vano (16:30 hrs. Perry's Stage)
José Antonio Bravo la había tenido asegurada con su proyecto de Latin Bitman, luego de un saludable último álbum, pero eligió un reto distinto, y encontrarse con Christian Powditch para revivir la mística de años pasados origina la fiesta de dub, transiciones, sampleos y energía sin fin que significó el regreso de Bitman & Roban en Lollapalooza. Ostentando sus piezas indispensables como 'Robar es Natural', el dúo se codea además con una banda impecable y visuales cerebrales que conjuran un ambiente de fiesta en el Movistar Arena. Incluso hay momentos para un DJ set con 'Niggas in Paris' de Jay-Z y Kanye West para animar, pero nada brilla más que la música original de Bitman & Roban en sí. C.P.

Jungle: Mantenerse fiel (17:00 hrs. VTR Stage)
Lo que en primera instancia se piensa de un show festivalero es que debe estar plagado de hits destinados a llevar al público a un clímax constante. Y si no hay hits, que al menos la actitud del artista supla la carencia. Muchos se apegan al esquema y entregan eso y nada más. Jungle, en cambio, logra su cometido manteniéndose fiel a su identidad. Lo que mostró la banda británica en Lollapalooza puede que no haya enamorado a toda la audiencia, pero fue una excelente exhibición de lo que ellos son. En el escenario, el colectivo encabezado por Tom McFarland y Josh Lloyd-Watson sacó a relucir su muy buen disco debut con interpretaciones perfectas y sin grandes pirotecnias más allá de las improvisadas coreografías de Rudi Salmon. Es que no hace falta mucho más si canciones como 'The Heat', 'Julia' y la incendiaria 'Busy Earnin' son un espectáculo en sí mismas. I.S.

Magaly Fields: Asedio armado al Lotus Stage (17:45 hrs. Lotus Stage)
Tomas Stewart y Diego Cifuentes siguen la vena de los dúos que desarrollan una mimetización intelectual y una química rockanrollera especial. En la senda de White Stripes, Black Keys y Royal Blood hay espacio también para el dúo chileno, que ocupó un Lotus Stage medianamente lleno en la tarde de sábado para mostrar sus capacidades en un incendiario set que no sólo mantiene la tradición viva, sino que además muestra lástima por aquellos que no pudieron estar presentes. C.P.

Tame Impala: Deja que fluya (19:15 hrs. VTR Stage)
Una cápsula estimulante con la duración prolongada de una hora y quince minutos para las masas.
De esta forma Kevin Parker y compañía calan hondo en el subconsciente, sea con una interpretación hipnótica de 'Let It Happen', 'Eventually' o el favorito de fans 'The Less I Know the Better'. Hubo también espacio para "Lonerism" e "Innerspeaker" en el repertorio de un grupo que vuelve a Chile mostrando su consolidación y usándola con orgullo. El fin del ciclo para Tame Impala cierra como una película de David Lynch con un final retorcido: la anticlimática y decadente ejecución de 'New Person, Same Old Mistakes' gana puntos extra por finalizar el concierto de una manera distinta, donde Tame Impala elige difuminarse y perderse entre el sonido más que el lugar común del gran final. C.P.

Föllakzoid: Ceremonia de clausura (20:45 hrs. Lotus Stage)
Lo que ocurrió en la noche del sábado al interior del Lotus Stage podrá no distar de lo que acontece cada vez que Föllakzoid toma el escenario, y claramente, no lo necesita. Con solo cinco de sus extensos temas el grupo liderado por Domingo García-Huidobro supo que no requería de más para poner en un trance perpetuo a una Cúpula repleta donde figuraron los bailes más extraños y tribales. El punto álgido lo marcó la ejecución del monumento sónico “Electric”. En ningún otro momento se vio a García-Huidobro parado frente a la audiencia como menos que una figura mesiánica conduciendo a los presentes en un viaje astral. C.P.

Gepe: Show para las masas (21:45 hrs. Acer - Acer - Windows 8 Stage)
A estas alturas, Gepe no tiene nada que demostrar. Eso le da ciertas libertades a la hora de plantear un show en vivo como el que mostró este sábado en Lollapalooza. Ahora ocupando el lugar de figura estelar, el sanmiguelino desplegó una presentación potente en la que siguió acrecentando la figura de músico de masas que ha construido con sus dos últimos discos. Las herramientas estaban a la vista: entre bailes, el músico rapeó con gracia canciones como 'En la naturaleza (1, 2, 3, 4)' y corrió a su batería para interpretar piezas como 'Alfabeto'. A otras, como 'Por la ventana', las dotó de una base electrónica que fue bien recibida por el amplio público que llegó a verlo y que también disfrutó éxitos radiales como 'Fruta y té' y 'TKM'. Gepe ya no es un artista de nicho y eso otra vez quedó demostrado. I.S.

Eminem: Las cuentas pendientes del icono (22:00 hrs. VTR Stage)
Era la primera vez del rapero en tierras nacionales y de que había un saldo pendiente con Sudamérica, lo había. Para bien para unos, para mal para otros, el ícono del rap abarcó mucho, pero le faltó apretar un poco más. La ventaja de la estrategia de Eminem es que fue capaz de sintetizar en una hora y veinte minutos de concierto buena parte de su carrera, la que cuenta con casi una decena de discos, sin contar sus colaboraciones ni EPs. Entonces, como primera vez en el país, sí se repasó una gran parte de sus hits, aunque no de forma completa. Rememorando lo que pasó con el concierto de Rihanna el año pasado, Eminem también se apropió de este sistema que funciona como una especie mix: una canción larga que mezcla las partes más reconocibles de sus canciones, incluyendo un par de estrofas con su respectivo coro. Por lo mismo es que, efectivamente, no se sintió que faltaran muchas canciones, quizás solo algo de continuidad. Con un especial énfasis a su álbum del 2002 “The Eminem Show”, el ganador del Oscar presentó un espectáculo que erró con una que otra elección. Por ejemplo, las canciones que decidió tocar completas. Fueron sus colaboraciones, aquellas canciones más conocidas por el público general, las que sonaron de principio a fin. 'Love The Way You Lie' y 'The Monster' fueron dos de estos temas, ambas colaboraciones con Rihanna, con quien se fue de gira durante el 2014. Quizás hubiera sido mejor darle más relevancia a 'Stan', clásico del 2000, o a algunas canciones de la era del Slim Shady como 'My Name Is' o 'The Real Slim Shady' que, a pesar de que fueron incorporadas al setlist, no tuvieron la importancia necesaria. Fue una lista de 33 canciones con la que Eminem de igual manera dejó contentos a los asistentes. Es que a pesar de que los años no pasan en vano y la voz ya no aguanta tan bien la constancia que requiere un concierto, se dio el lujo de jugar con el público y presentar un show de primera calidad, con proyección y con la prestancia que solo uno de los raperos más influyentes del 2000 puede tener. M.V.



DEDO ABAJO

Ases Falsos: Pateando la misma piedra (12:30 hrs. Itaú Stage)
Tibio, tibio, tibio. El slot de Ases Falsos en Lollapalooza llega desafortunadamente tarde, ya siendo como el último gas del muerto, cuando el ciclo promocional de su más reciente pieza "Conducción" (2014) ha finalizado hace ya buen tiempo. Como presencia en el escenario, Briceño y los suyos cumplen su función automáticamente, pero no aparece nada que no se haya visto antes en sus presentaciones. Aun así, el corte de electricidad sufrido por la banda al cierre de 'Simetría' y su voluntad de continuar es muestra de garra y valentía. C.P.

Albert Hammond Jr.: Faltó cancha (16:00 hrs. Itaú Stage)
Albert Hammond Jr. es un artista que sabe cómo hacer las cosas. Sabe cómo componer y, definitivamente, era una de las cartas aseguradas del cartel del Lollapalooza. Fueron canciones que pasaron por toda su carrera las que mantuvieron entretenidos a una buena parte de sus fans, quienes saltaron y corearon cada una de sus canciones. El guitarrista de los Strokes le dio a sus fanáticos lo que querían: una completa revisión a su discografía. Concentrándose en el primer trabajo solista “Yours to Keep” (2006) y en su última entrega, “Momentary Masters” (2015), Hammond Jr. Logró saldar una deuda que tenía con el público chileno. Aunque siendo fieles a la realidad, sí existieron algunas fallas que no pueden quedar exentas de ser nombradas. La sobreexplotación de las guitarras dejaba a la voz en un segundo plano. Se notaba que Albert hacía un esfuerzo sobrehumano para llegar a las notas y lograr escucharse entre la electricidad de sus canciones. Otro punto en contra: la falta de carisma y conexión con el público. Si hay algo que se debe trabajar, es la comunicación con aquellos que pagaron por verte. En definitiva, le falta pasta para frontman y eso, derechamente, resulta aburrido. Dejando las cosas claras: ¿Albert Hammond Jr. presentó un buen show? Sí, dentro de lo esperable. ¿Albert Hammond Jr. se destacó como uno de los mejores shows del Lollapalooza? Definitivamente, no. M.V.

Jack Ü: Más forma que contenido (20:30 hrs. Itaú Stage)
Es de conocimiento público que muchos de los asistentes a Lollapalooza, al menos en sus últimas ediciones, van tras los productores y DJs. Jack Ü está en la cima de la ola, en un excelente momento y eso estaba claro cuando se informó que serían uno de los cabezas de cartel. El proyecto de Skrillex y Diplo ha hecho las cosas bien, aseguradas. Su colaboración con Justin Bieber en su último álbum fue un acierto y los ayudó a consolidarse aún más como un importante dúo en la música electrónica. Así quedó demostrado la noche del sábado, donde encendieron a un público que no decayó en la casi hora y media de espectáculo. Con varios hits reconocibles y un show de luces y pirotecnia de primer nivel, Jack Ü se lució con un espectáculo energizante que no dio pie al descanso. El escenario Itaú estaba repleto y aquellos que se quedaron fuera del show en sí, no dudaban en bailar desde los pastos o los alrededores del escenario. Es que lo de Jack Ü no pasaba desapercibido bajo ninguna circunstancia. Sabiendo llamar la atención incluso de los que no eran parte de sus fans, el dúo entregó una buena cuota de electrónica. Y es que tampoco es tan difícil cuando te aferras a canciones pop exitosas. Por lo anterior –y siendo tajantes y objetivos- sin el show pirotécnico, las proyecciones, los hits mezclados y el juego de luces, lo de Jack Ü no hubiera alcanzado a destacar demasiado. M.V.

*Revisa más fotos en este enlace.

Fotos: Jorge Vargas Parra