martes, 17 de marzo de 2015

LollaCL 2015: Puntos altos, Puntos bajos

Lollapalooza Chile 2015
Sábado 14 y domingo 15 de marzo, Parque O'Higgins
Lotus Producciones
PUNTOS ALTOS

The Kooks: Valerse sobre el escenario (Sáb. 16:30, VTR Stage)

The Kooks es una de esas bandas que sólo se terminan de entender al verlas en vivo. Es que más allá de si se es o no admirador de su música, lo que hacen los de Brighton sobre el escenario siempre es memorable, y así lo demostraron en su tercera vez en Chile.

La actitud del histriónico Luke Pritchard es uno de los argumentos que complementan la energética y algo inmadura propuesta de la banda en discos. Entre bailes y movimientos arrogantes que recuerdan a Mick Jagger, el vocalista se lleva la atención del joven público, mientras el resto del combo (que incluye al chileno Alexis Núñez en batería) le da potencia a canciones de tan buena factura como ‘Ooh La’, ‘Naive’ y las infalibles ‘Junk Of The Heart (Happy)’ y ‘Always where I need to be’.

Que el concierto haya estado centrado en el no del todo regular “Listen” (2014) no importó para que The Kooks firmará una tarde redonda, que terminó por desatar la histeria de un numeroso público en su mayoría adolescente. Después de todo, ellos saben cómo hacerlo. Por Ignacio Silva

The Specials: La edad no es más que un número (Dom. 15:15, VTR Stage)

Siete minutos de atraso no son el aspecto mas británico de la vida, pero la espera no es nada cuando una leyenda como la de The Specials se sube al escenario.

En un setlist abundante en covers y joyas como 'Doesn't Make It Alright' y 'A Message to You Rudy', los héroes del ska le brindaron al público un autentico paseo. Junto a la eficiencia vocal aún vigente de Terry Hall, aplausos van a la radiante presencia del guitarrista Lynval Golding, siempre sonriente y dispuesto de la mejor manera a bromear y jugar con el público.

Además, con toda su trayectoria, los especiales conocen la importancia de no sobresaturar al público energéticamente, para lo que una excelente presentación de 'Do Nothing' y la aclamada 'Ghost Town' ayuda a equilibrar. Por Camilo Pérez

Alt-J: esas asombrosas olas son todas nuestras (Dom. 16:15, Coca Cola Stage)

Debutantes de historia más corta, el enigmático trío de Joe Newman, Gus Unger-Hamilton y Thom Green llevaron a cabo con éxito una labor arriesgada para bandas de su mismo espíritu, estableciendo una atmósfera concreta, un aura de misticismo en el público. Este tipo de labores en vivo son a menudo ideales para recintos cerrados, sin embargo Alt-J demuestra que tampoco esto es ley.

Su corto set recopiló los temas necesarios para la instancia, si bien en un orden un poco irregular ('Taro' y 'Hunger of the Pine' funcionarían mejor como parte del cierre). La eficiencia de Newman como intérprete se ve contrastada con una desconexión enigmática a la audiencia, que puede resultar problemática, mas se logra nivelar con la hiperkinética simpatía de Unger-Hamilton.

Especial atención merece el detallista desplante de Thom Green en la percusión. De esta forma, Alt-J se consolida en Chile como un grupo formidable que aún tiene mucho por dar. Por Camilo Pérez

Chet Faker: La confirmación del talento (Dom. 17:15, Acer Windows 8 Stage)

Si en 2014 era Flume el encargado de mostrar en Lollapalooza el buen momento por el que pasa la música alternativa australiana, este año la tarea recayó en Chet Faker, uno de los alumnos aventajados de esa camada. Y la misión fue superada.

Desde que se mostró en escena, Nicholas James Murphy dio cuenta de su talento echando mano a canciones de su acotado pero prometedor repertorio, que tiene como estandarte a “Built on glass”, el excelente LP que lanzó el año pasado. De ese trabajo se desprendió el grueso del setlist (‘1998’, ‘Cigarettes and Chocolate’, ’Gold’), aunque también hubo lugar para piezas anteriores (‘No Diggity’, ‘I’m into you’) que -como fue la tónica- sonaron demoledoras, en momentos a manos de Faker y sus máquinas, y en otros con el apoyo de una pareja de músicos (en guitarra/sinte y baterías).

Lo cierto es que pese a que el australiano se mostró algo apático y fastidiado durante gran parte del show, es la frescura de su propuesta (una alquimia entre el R&B, el pop, la electrónica downtempo y el soul) la que lo hace irresistible e influyente dentro de la escena que lidera. Tenerlo en Chile en pleno despegue fue uno de esos momentos que con los años será legendario. Por Ignacio Silva

Kasabian: Can you feel it coming? (Dom. 18:15, Coca Cola Stage)

“We’re finally here. We’ve fuckin’ made it”, proclamó un entusiasta y seguro Tom Meighan ante la masa de devotos congregados entorno al Coca Cola Stage. Más de alguno debía de estar saldando su cuenta con Kasabian por aquella presentación cancelada de octubre del 2012 debido a la enfermedad de Serge Pizzorno.

Lo demás fue la viva prueba de que tanto Pizzorno como el resto de la banda están en mejor forma que nunca antes, con un hormonal set que mantuvo a la fanaticada saltando prácticamente la hora y quince minutos enteros. En lugar de tocar en forma estándar, el cuarteto de Leicester hace explotar 'bumblebeeee' a través de los parlantes, siguiendo con sencillos, el segmento de hipnosis en 'treat' y el desempolvado de 'I.D.'.

El resultado es un show tremendamente satisfactorio donde los británicos entusiasman a la audiencia con una fuerte selección de clásicos. Claro está, la ausencia de 'Cutt Off', 'Stuntman' y 'Processed Beats' pesa, y hasta ahora no se han mojado el trasero con el electroska de 'Doomsday' en vivo. Sin embargo, la selección de Kasabian recibe aplausos porque sacar cualquier otro de estos temas habría resultado criminal. So, prueba pasada: la primera vez de Kasabian en Chile cumple, y luego entrega algo más. Por Camilo Pérez

SBTRKT: La sorpresa de los beats (Dom. 20:30, Hacer Windows 8 Stage)

La noche no estaba fácil para SBTRKT: mientras en un escenario Robert Plant reunía a buena parte de los asistentes, en otro los seguidores de la electrónica de corte comercial se apostaban para ver a Calvin Harris. Esas condiciones hicieron que su show no tuviera tanta concurrencia, pese a que en su hora de performance se mostraron algunos de los argumentos más sólidos y novedosos de toda la jornada.

Rodeado por un arsenal de instrumentos (desde sintetizadores a un theremin) y oculto tras su tradicional máscara, Aaron Jerome dirigió una presentación que no dejó indiferente a nadie a punta de innovadores beats y complejas texturas. Junto a una dupla de músicos entre los que estaba el reputado productor Sampha, el británico repasó de manera espectacular (saltando entre sus máquinas para programar una secuencia o tocar un teclado) canciones tan destacables como ‘Wildfire’, ‘Hold On’ y ‘Pharaohs’.

Hacia el final, la conclusión fue una: imagen, ambiente y sonido se conjugaron para hacer de este acto, una de las grandes sorpresas de todo el festival. Por Ignacio Silva

The Kooks
Alt-J
Chet Faker
Kasabian
SBTRKT

PUNTOS BAJOS

Foster the People: Sol de invierno en verano (sáb. 17:30, Coca Cola Stage)

Era su segunda vez en Lollapalooza, esta vez con “Supermodel” (2014) bajo el brazo. Foster the People tenía mucho que entregar. Singles potentes, pegajosos, efectivos. Promesa de un show imparable que quedó al debe o la vitrina era demasiado grande.

Una puesta en escena pobre y de carisma ausente, así fue la hora y un poco más de presentación que, para lo que llevaban a cuestas, pudo ser un poco más candente. El público, lleno de fieles seguidores, fueron los únicos convencidos de un set que entregó todo al comienzo, pero que se desinflaba a medida que pasaban los minutos.

Foster the People fue una de las bandas que consolidó en el acto el cuestionamiento de la amplia cantidad de nombres repetidos y reciclajes de versiones anteriores. ¿Carta segura? Sí. ¿Resultados esperados? No mucho. Por Jorge Rubio

Foster the People

Fotos 1, 4 y 6 por Reinaldo Rodríguez
Foto 2 y 7 por Carlos Müller (Cortesía Lotus)
Foto 3 y 5 por Gary Go (Cortesía Lotus)