domingo, 3 de agosto de 2014

Deap Vally: Las nuevas hijas del garage rock

Corría el año 2011 cuando una rockera y una costurera se conocen. La rockera convence a la costurera de formar una banda y la costurera, con poca fe, accede. Así fue como se formó Deap Vally una banda que hace recordar a lo que fueran los inicios de The Black Keys y White Stripes, pero no solo porque estas californianas cuentan con solo una guitarra y una batería, sino por la crudeza de su música.

Las Deap Vally son Lindsey Troy (voz, guitarra) y Julie Edwards (voz, batería), quienes se han subido a varios escenarios desde que se juntaron como agrupación hace tres años.

Rubia y pelirroja, han tomado en cuenta que las mujeres en la escena del rock están más vivas que nunca y eso lo demuestran con atrevidos vídeoclips y ajustados atuendos que reflejan algo de glam y un "me importa un carajo lo que pienses".

Pero no todo es estilo. Estas californianas se caracterizan por las fuertes distorsiones, riffs electrizantes y bien pensados, además de sus letras sin pelos en la lengua, las que se rescatan en su único disco lanzado el 2013, llamado "Sistrionix". Acá se escuchan canciones cortas donde llama la atención una voz nacida para el rock and roll, algo así como una versión moderna de Janis Joplin: voz, talento y rock.

"Sistrionix" es el reflejo de una banda con ganas y potencia. Con once temas que no se salen de contexto y con el constante apoyo de Edwards en las segundas voces, se logra un sonido redondo.

Con un par de singles estrenados en conjunto con su disco ('Lies' y 'End Of The World') las oriundas de Los Ángeles muestran una pincelada de empoderamiento, sensualidad y rudeza femenina, cosa que hacía falta en la escena musical.

Deap Vally ha tenido un viaje bastante particular y movedizo, tanto por las personalidades coquetas y avasalladoras de sus componentes, como por el reconocimiento de sus pares. En su corta pero intensa carrera, han tenido la posibilidad de compartir escenario con Iggy Pop, Queens Of The Stone Age, Mumford & Sons Muse, entre otros, dejando al público más que satisfecho y ganándose un sitio de respeto entre los amantes del rock and roll más primitivo y sin tantos adornos.

Pero no solo de Glastonbury y teloneos se mantienen las Deap Vally. Además del festival inglés, han dicho presente en otros tantos como el Bonnaroo Music Festival, el Leads And Reading Festival y Latitud, incluyendo una aparición en el programa Later With Jools Holland y su participación en una de las sesiones de la BBC.

Hace unas semanas el sitio inglés The Telegraph las posicionó en el lugar número 73 en su lista de las cien mejores actuaciones de Glastonbury en toda la historia, un poco más abajo que Plant y Page en su show brindado en el festival de 1995. Eso puede decir algo.

La crítica ha promediado su trabajo con un total de cuatro estrellas y mucha gente las ha reconocido como "el hijo que hubiera nacido entre Jack White y Janis Joplin", además de nombrar un dejo a Led Zeppelin, alcohol, distorsión y buenos tiempos en cada canción.

Con una corta carrera a su haber, además de una serie de reconocimientos por parte de algunos de los grandes, se siente como que las nuevas hijas del Garage Rock llegaron a callarle la boca a todos quienes piensan que las mujeres no están hechas para el rock and roll.



Por Mel Vargas