martes, 9 de abril de 2013

Lollapalooza Chile 2013: Día 2, Parte 1

Lollapalooza Chile 2013
Domingo 7 de abril, Parque O’Higgins

Luego de una jornada inicial que pasó fácilmente a lo mejor de su historia, Lollapalooza Chile iniciaba su segundo día con la moral alta. El domingo se caracterizaba por la cantidad de bandas de renombre en su programación, haciendo destacar la llamada línea media que además de calidad, instauró variedad. De Keane a Foals y de A Perfect Circle a Nas, lee a continuación un repaso de la jornada dominical de Lollapalooza Chile 2013.

Empezando lento

Las entradas para el día sábado de Lollapalooza se vendieron todas. Quizás por eso, la mañana de aquella jornada contó con un gran margen de público, que hizo que los primeros números se desarrollaran frente a un marco superior al esperado. Sin embargo, la jornada dominical comenzó más lenta y la multitud del día anterior demoró en aparecer.

Víctimas de eso fueron Perrosky, agrupación encargada de comenzar la actividad en el Claro Stage en la temprana tarde dominical. Que quede claro: el público que llegó a presenciar el show de los hermanos Gómez fue un número importante, pero no en la misma escala que el que vio a Gepe exactas 24 horas antes, en el mismo lugar.

Sin embargo, la banda emblema del rock independiente nacional sacó a relucir sus años de circo y con una potente actuación demostraron por qué en el último tiempo han cosechado una larga lista de éxitos, entre los que se cuenta el haber tocado en la versión brasileña del festival.

‘Todos quieren llegar’, ‘Diamante’, y las más nuevas ‘Exilio’ y ‘Tú y yo’ fueron algunas de las canciones visitadas por el dúo, que con su propuesta clásica de guitarra y batería cerraron una actuación que logró entusiasmar a quienes llegaron a verlos.

Mientras Perrosky terminaba de tocar, en el Playstation Stage se afinaban los detalles para el set de Toro y Moi. La banda encabezada por Chaz Bundick salió a tocar a eso de las 13:30 de la tarde, frente a un público todavía escaso y algo golpeado por el calor.

‘Rose Quartz’ fue la canción con la que el grupo estadounidense abrió un show vibrante, centrado en “Anything in Return”, su última placa de estudio. Fueron cortes de este disco, como ‘High Living’, ‘Studies’, y ‘Say That’, los que brillaron en la interpretación del grupo, que no fue tan justo con los de sus discos anteriores (‘Talamak’ es el mejor ejemplo).

Pese a esto, el cuarteto regaló un gran momento a los seguidores y su energía terminó atrayendo a varios curiosos que –como es clásico en este tipo de eventos- buscaban qué ver. Fue, en términos concretos, un buen regreso de un proyecto que constantemente está sorprendiendo.

En el escenario principal, Gary Clark Jr. ya cursaba la segunda mitad de su debut en Chile. Armado de su guitarra y su increíble voz, el de Texas puso en práctica su gran talento para cautivar a una audiencia que en su mayoría no lo conocía.

Sacando a relucir temas de su disco debut, además de algunos covers de referentes como Jimi Hendrix, el músico dio vida a un show lleno de maestría y dinamismo.

La gran media línea

A esa hora (15:00), no eran pocos los que se agolpaban en el Coca-Cola Stage para obtener buenos lugares desde donde ver a las bandas que ahí tocarían. Keane fue el primer grupo en presentarse en ese escenario con una convocatoria impresionante. Lleno total.

Con su pop armonioso y a ratos melancólico, los británicos hicieron de la elipse del Parque O’Higgins un karaoke masivo, donde miles de personas cantaron al ritmo de éxitos interplanetarios como 'Silence by the Night’, ‘Everybody’s Changing’, ‘Bedshaped’ y ‘This is the last time’. Hit tras hit.

Pero además de eso, la banda mostró una simpatía especial con el público, que quedó de manifiesto en aspectos tan simples como la extrovertida participación del vocalista Tom Chaplin y las incursiones del mismo en hablar un curioso español.

Todo, en pos del compromiso artista-audiencia que finalmente hizo que el de Keane fuera un buen show, por sobre lo meloso que puede resultar escucharlos durante una hora y cuarto.

Sólo 15 minutos después de lo de Keane, en el Playstation Stage se daba inicio a la presentación de los también británicos Foals. La banda encabezada por el virtuoso Yannis Philippakis se tomó revancha del pésimo debut que tuvieron en Chile en el 2011 teloneando a los Red Hot Chile Peppers, y dieron vida a un concierto enérgico y rápido.

Ahora, claro, contaban con el apoyo de sus fanáticos, que llegaron en buen número para saltar y cantar durante cada canción. ‘Spanish Sahara’, ‘Inhaler’ y ‘My Number’ fueron algunos de los cortes que marcaron la velada, esa que se sustentó en los ritmos sincopados y funkys propios del grupo.

A fin de cuentas, Foals cerró exitosamente su segundo intento en Chile, borrando la huella que había dejado su malogrado debut de hace dos años atrás y marcando de paso uno de los puntos altos del domingo de festival.

Mientras tanto, los sonidos del teatro La Cúpula llamaban. Adentro, Protistas comenzaba su participación en Lollapalooza con la enganchadora ‘Rosetta’, haciendo gala del sentido pop con el que cuentan las canciones de “Las Cruces”, su último disco.

Pero no se quedaron ahí. Después de lanzar el single ‘Granada’, la banda dio paso a una seguidilla de temas pertenecientes a “Nortinas War” (‘Protesta Protista’, ‘Videocámara’), deteniéndose en ‘Incendio en mi Corazón’. En ese punto, Camila Moreno subió a escena para colaborar con Álvaro Solar y compañía, y además del citado track, estrenar uno nuevo llamado ‘Historia Natural’.

Siguiendo con cortes de sus dos producciones, Protistas terminaron demostrando por qué son una de las bandas que más llaman la atención en materia local: buenos sonidos y actitud al por mayor.


Por Ignacio Silva
Fotos por Bianca Godoy Paez