martes, 5 de marzo de 2013
Reseñas: Jorge González - Libro (2013)
Con una sequía discográfica como solista de casi 13 años, Jorge González vuelve a las estanterías con el disco más personal de su carrera. Si su predecesor, “Mi destino” (1999), era un trabajo lleno de confesiones y sarcásticas autoreferencias, “Libro” es una pieza intima que retrata sin vergüenza al actual González, ese que vive solo en un barrio obrero de Berlín.
'Ámate', el tema que abre los fuegos del disco nos deja en claro que esto es otra cosa. Los coros gospel logran erizar la piel, algo que el otrora prisionero logra repetir en varios pasajes. “Broli”, como cariñosamente lo llama su autor, se presenta como un verdadero vía crucis. Pasando desde el romanticismo de 'Nunca te haría daño', hasta la experimental 'Curación' -que evidencia las necesidades sexuales del cantante- . Una vez más, González no teme abrir la puerta de su vida.
Enclaustrado en su departamento en pleno invierno europeo y con una reciente separación matrimonial a cuestas, el sanmiguelino ya no apela a ninguna fe ni a perderse en un tren al sur; esta vez asume su fracaso aceptando sus errores y sin ningún ánimo de volver a arreglarlos. “Yo no estoy en condiciones de tratarte bien/ aunque seas la mujer que siempre amaré” afirma en uno de los sencillos lanzados hasta el momento. Está dolido. Una posición bastante más literal aparece en 'Es muy tarde' que con un sugerente video protagonizado por Ingrid Cruz, entierra definitivamente esa antigua relación. Paradójicamente un término que dio origen al regreso después de tanto tiempo.
El sonido “casero” de la placa, dicta mucho del debut en solitario comandado por Gustavo Santaolla. Si por aquellos días Jorge dejaba la instrumentación en manos de monstruosos presupuestos, esta vez él mismo se encarga de casi todo desde las palmas hasta los tambores. La excepción a la regla se evidencia en el homenaje a Violeta Parra con una correcta versión de 'Arauco tiene una pena', que sin embargo no supera a la realizada con su banda en vivo.
Entre los temas destacables, se encuentran '100 años' y 'Algo hay en la novena' antiguas maquetas provenientes de la década pasada. En aquellas narraciones logra notables guiños a la otrora Nueva canción chilena bajo su propio sello y alero. Mención aparte es 'Hijo Amado', quizás una de las canciones más crudas de su catálogo y la mejor del disco.
Finalizando, nos encontramos con 'Al final de esta maldición' un extenso relato en tono críptico que le asigna nombre al disco y cuenta los problemas que tuvo que pasar para ganar su propia batalla, esa que se libra sola en su mente. Como una especie de bonus se encuentra la hermosa melodía de 'Fran', una corta balada que se asemeja a las canciones campestres de McCartney a principio de los 70’. Es un Jorge González que vuelve, pero no para quedarse, si no para avanzar.
Por Raúl Álvarez