jueves, 21 de febrero de 2013
Reseñas: Foals - Holy Fire (2013)
Foals le está buscando, innecesariamente, la quinta pata al gato. Hace unos años "Antidotes" (2008) marcaba el pulso como un tremendo debut, uno que muchos encasillaron bajo el subgénero de Math Rock, y que lucía en sus canciones reminiscencias al funk con claras intenciones bailables. Un comienzo honesto, directo y rápidamente asimilable. Bien.
Luego vendría "Total Live Forever" (2010) que con palos de ciego ahondaba en ambientaciones y texturas. Errando un poco los pasos, pero al menos trazando un plan de lo que cabría esperar con la banda de Oxford; un paso natural. Y aunque obviamente las expediciones en busca de evolución no siempre aciertan, el resultado de la segunda producción fue uno esperable dentro de ese contexto aunque -y esto a título personal- alejado de lo que se esperaría con un disco tan nocturno como el debut.
Ese era el precedente con el que aparecía "Holy Fire" y nos dejaba intuir que el paso siguiente debía ser más menos parecido a lo anterior. Es decir, cuajar la mutación sónica que anticiparon pero no concretaron el 2010. Y si bien nuevamente marcan esa intencionalidad de búsqueda y no empantanan su motor artístico, ésta propuesta no se traduce en un gran resultado.
Sin ir más lejos algunos pasajes del tercer LP lucen una dispersión que no tiene nada que ver con la agitación propia de temas como 'Two Steps, Twice' o 'Red Socks Pugie', sino que recurre con más notoriedad a las identidades etéreas propias de la segunda placa. Erigiendo armatostes llenos de vueltas y detalles, pero carentes de vértigo, o al menos un poco más de espíritu. Ejemplo de ello es 'Moon', un corte repleto de atmósfera y tejidos sonoros, pero lánguido y aburrido hasta el exceso.
El comienzo es ciertamente alentador. 'Prelude' es una sugestiva intro que deja todo dispuesto para la entrada de la épica 'Inhaler', la cual conjuga varios elementos en sí. No obstante, la disposición de éstos nunca juega en contra del tema que tiene fuertes evocaciones caóticas en sus percusiones.
La primera parte indudablemente posee una carga más pop con cortes como 'Bad Habit' o 'My Number'. Sin embargo, esta asequibilidad será remplazada en tracks futuros por ondas más flemáticas, canciones que se traducen como piezas pop rock muy elaboradas, pero que profundizando mucho en su prolijidad sonora descuidan la otra mitad importante de una canción: su alma. Y es ahí donde temas como 'Late Night' son perfectamente ejecutados, pero no son capaces de mover un pelo en el escucha. Canciones, ahora sí, "matemáticas".
'Providence' escapa a esta redada, siendo tal vez la que mejor conjuga la propuesta que intento expresar Foals en esta acometida. La batería suena persecutoria, mientras las vocalizaciones se inclinan por una proposición más reiterativa y va anudando cabos sueltos; la electrónica y la guitarra se funden perfectamente hasta acabar a toda velocidad. Con cortes de esta talla se entiende mejor hacia donde quería llegar Foals. Lamentablemente, esa intención no se ve reflejada en el resto de canciones.
Un disco de rápida entrada pero que a medida que va corriendo devela su atmósfera amortiguada. Un conjunto de canciones pop de muy buen armado, pero que rozan la frialdad en muchos tramos, y aun cuando goza de prolijos tracks, la balanza luce descalibrada hacia lo inexpresivo. Un paso adelante en relación a su antecesor, pero no un paso seguro y firme para Foals. Calcularon mucho ésta vez y sintieron poco.
Artista: Foals
Disco: Holy Fire
Sello: Transgressive Records
Año: 2013
Por Francisco Silva




