martes, 26 de febrero de 2013

Reseñas: Atoms For Peace - Amok (2013)

La experiencia nos dice que el enfoque ocupado en las “súper agrupaciones” se inclina mucho más por el conflicto, que por la colaboración. No obstante, hay casos donde uno de los integrantes logra superponerse a los demás y termina dominando -totalmente- el concepto del grupo, y por consecuencia, llevándolo en la dirección que sólo esa parte pretende. Enfocándose, además, en una dominación pasiva que le permite utilizar las habilidades del resto de miembros sin que las influencias de estos se noten demasiado en la obra final.

Algo así es lo que ocurre con el debut de Atoms For Peace, banda que cuenta entre sus integrantes con Flea (bajista de los Red Hot Chili Peppers), Mauro Refosco, Joey Waronker (baterista de bandas como R.E.M y Smashing Pumpkies), Niegel Godrich (productor) y Thom Yorke (vocalista de Radiohead). Y el predominio de éstos dos últimos se hace muy patente a lo largo de “Amok”, revelando esas particularidades a las que se hace alusión más arriba, pero de paso -también- eliminando cualquier elemento que genere descohesión en la obra.

El disco parece absolutamente guiado por la mente de Godrich y Yorke, inmerso estéticamente en esa atmósfera sonora que caracterizan a producciones como "The Eraser" y "The King Of Limbs". Salta a la vista la herencia de secuencias maquinales que apuestan, más a la riqueza de sus texturas, que por fuertes melodías o variación estructural.

Y, bueno, el resultado es positivo, pero deja un gusto un poco amargo, ya que sonando bastante bien, podría tener más diversidad o influencias de sus demás miembros. No debería sonar tan descaradamente al noveno disco de Radiohead o al segundo trabajo de Thom Yorke. ¿Dondé está Flea? Sus líneas de bajo se dejan sentir (‘Dropped’, ‘Ingenue’, ‘Unless’), pero no da la sensación que su participación se involucre más allá de la responsabilidad de un músico de sesión. Es que claro, como disco de la banda de Oxford queda perfecto, y -de hecho- los supera en relación al derrotero que ha tomado ese grupo en el último tiempo. No obstante, acá eso no debería aplicar.

¿Para qué armar una banda que suene igual a tu otro grupo? ¿Por qué no hay más intervención de otros integrantes, como por ejemplo Joey Waronker? Él podría haber dotado de interesantes tonalidades a las percusiones, tomando en cuenta el camino que ha recorrido como músico, pero no lo hace, y dentro sus posibilidades termina sonando igual a Phil Selway.

No se puede negar tampoco que ‘Before Your Very Eyes’ y ‘Default’ son tremendas, sobretodo la primera en que una dulce voz nos guía por túneles metálicos y ambiguos. ‘Stock Together Pieces’ cabría perfecto como un rito tribal ejecutado por computadoras, así como ‘Amok’ (canción) y ‘Reverse Running’ se repletan de pequeñas sutilezas y mini momentos de clímax, convirtiéndolas en partes fundamentales del LP.

Los temas hacen su parte, el lío es que el ahínco que se pone en la texturación. Se descuida en la creación de una huella digital que resulte diferenciable. Esa falla minimiza, a fin de cuentas, el impacto que pueda generar el total del álbum.

Un buen trabajo, pero si Atoms For Peace sigue siendo Thom Yorke y Niegel Godrich con tres tipos más, será difícil adjudicarle una identidad propia como banda. Si la cosa acá va por la estética, estas composiciones ya las hemos escuchado hartas veces, y esto ya se parece mucho a la zona de confort de la que ciertos músicos no quieren salir jamás. Una afirmación, de la que al menos 4/5 de Atoms For Peace, siempre han rehuido, pero parecen haber olvidado en esta pasada.



Artista: Atoms For Peace
Disco: Amok
Sello: XL Recordings
Año: 2013

Por Francisco Silva