miércoles, 12 de septiembre de 2012
La Vitrola: Crisalida - Solar (2012)
Es muy complicado reseñar un disco sabiendo que es bueno. Tener la suerte de escuchar una nueva producción directo desde la sala de ensayo es un privilegio que pocos lo disfrutan. Y si esa vez, con versiones hechas “en bruto” ya era buen material, enfrentarse al producto final es todo un deleite.
Como un cuarto hijo, Crisalida dio a luz uno de los mejores trabajos de su larga carrera. Solar, publicado a mediados de este año y recientemente lanzado de forma oficial, se convierte en una recopilación sonora de un largo caminar junto al metal progresivo. Es un disco que pasa por distintos pasajes, un viaje que te despierta desde los primeros sonidos de la batería, hasta la serenidad de la última canción.
Un vuelo, como evoca el cóndor ilustrado en el arte del disco, que comienza con la combinación perfecta entre potencia y sutileza plasmada en “Araucana”, una invitación a vivir el momento, a sentir el amor fluir por el cuerpo, todo acompañado por un excelente trabajo en la batería de Rodrigo Sánchez y las cuerdas eléctricas de Javier Sepúlveda y Rodrigo Castro.
Con el pasar de los minutos, es inevitable elogiar la cautivante voz de Cinthia Santibañez. Es el complemento perfecto para cada una de las melodías, las diferentes atmósferas que entrega cada canción. Así es como se pasa desde un potente “Araucana” a un tranquilo “Atacama” y un electrizante “Bajo Tierra”.
Además de eso, al escuchar el disco, es imposible negar que estos chicos se tomen en serio el ser una banda de metal progresivo. Solar es una cadena de elementos unidos entre sí, partiendo desde el norte de Chile, para llegar al sur del país y estar más cerca del paraíso, como lo expresa “Solar (Pachakutí)”.
Notables influencias, marcadas por Anathema y The Gathering, hacen de Crisalida una banda que no tiene nada que envidiar a músicos extranjeros. Su música, junto con el mensaje entregado es único. Solar es un disco que logra resumir la trayectoria de esta agrupación, siendo también, la proyección de una fructífera carrera de más y mejores historias, más y mejores travesías.
Por Jorge Rubio Soto