viernes, 3 de junio de 2011
theaudience: El hijo único de Sophie Ellis-Bextor
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theaudience - theaudience (1998) |
Por Jorge Rubio
Todo tiempo pasado fue mejor y la música se encarga de restregárnoslo en nuestras caras todo el tiempo. Es así como la década de los 90’ nos brinda un excelente disco, de esos “hijos únicos”.
Theaudience, banda que lanzaría a la fama a la, ahora, cantante de pop británico, Sophie Ellis-Bextor, es uno de esos grupos que sacan un solo disco y desaparecen, y que muestran la faceta más rockera de esta bella mujer. Pero, ¿Por qué hacer un excelente trabajo y no seguir así?
Al primer segundo, lo primero que uno escucha es el hermoso y sensual bajo de las canciones. Es una de las marcas del grupo, algo que le brinda una esencia única y que hace de las canciones algo más que una voz bonita, un buen guitarreo y una rítmica batería.
Con un tópico lo suficientemente optimista y, a veces, romántico, estos británicos se dedicaron a hacer canciones muy alegres, con influencias muy ochenteras, no perdiendo la propia de los años 90’. A veces, y solo a veces, suele caer en la letra fácil y un poco absurda, pero eso no le quita que sean letras tan felices, valiéndose de lo simple de la vida.
Se rescata mucho el trabajo de la batería, que entrega un excelente ritmo a cada canción. Sumándose a ello, los riffs suenan hermosos, acompañados del excelente bajo que ya te cautiva más y más. Pero, sobretodo, destaca mucho la capacidad y la calidad vocal que posee Ellis-Bextor. Esa es la magia de Sophie, nadie esperaría que años después, haría bailar a cientos de jóvenes de dudosa sexualidad en alguna discoteca capitalina.
El álbum te atrapa a los primeros temas. “I Know Enough”, uno de sus singles, es uno de los temas más pegajosos de este disco. Aunque “A Pessimist is Never Dissapointed” y “Mr. Doasyouwouldbedoneby” no se quedan atrás. Eso sí, a medida que corren las canciones, éste va perdiendo su fuerza. Cuando está a punto de perderte y que cambies el disco por otra cosa mejor, aparece alguna cosa nueva que te hace decir ‘ah, para allá iba…’ y te quedas ahí.
A pesar que después se pone un poco repetitivo, tiene muy buenos detalles. Más adelante, se incluyen de muy buena forma los efectos electrónicos y los violines de fondo. Comienzan a aparecer otras influencias y las canciones terminan siendo muy buenos intentos de algún tipo de rock progresivo.
Un disco que debe ser almacenado en el archivo musical de cualquier melómano, recomendable para esos amantes de la música muy progresiva, pero que le prenden velitas al pop que fue de sus tiempos de infancia. Theaudience debió hacer más de su buena música.