Francisca Valenzuela: Simple perfección

Para cientos de jóvenes, muchachas y adolescentes, el pasado sábado 28 de mayo fue una noche de aquellas. Una hermosa cantante nacional, que tiene una prometedora y emergente carrera musical, nos demostraba el por qué se está posicionando como una de las voces más potentes de la música chilena.

Ya pasó una semana y hoy, ad portas al último show de la primera parte de la gira de lanzamiento de “Buen Soldado” de Francisca Valenzuela, en melómanos te contamos los pormenores de aquel show. Presentándose en Valparaíso, Talca, Concepción, Temuco y, esta noche, en Valdivia, nuestra cantante nacional hizo vibrar miles de gargantas deseosas de cantar y gritar todos sus éxitos.

Partiendo por Santiago, brindó un show lleno de emociones, enseñándonos que hay belleza en la simplicidad. Por algo, esta mujer de tan solo 24 años llena cada lugar en que se presenta, y no solo de niños de 15 años... la música de Francisca no tiene edad.

Con media hora de retraso, hizo esperar a un Teatro la Cúpula repleto e impaciente por escuchar a esta ‘minaza’ de la música local. Aún así, toda esa espera y esa impaciencia y ese molestar que comenzaba a crecer, fue anulado cuando comenzó a sonar el estremecedor “intro” que te erizaba la piel. De punta en rojo, los músicos se presentaban al “monstruito” que pedía y pedía a la Fran. Como si fueran soldaditos de plomo, ocuparon su lugar, prepararon sus armas y comenzaron a tocar. Tal como una princesa, Francisca hacía ingreso al escenario para deleitar a sus seguidores.

De forma predecible, “Buen Soldado” y “Quiero Verte Más”, iniciaba la velada que duraría por más de hora y media. A pesar que son de los nuevos temas dentro de su repertorio, eso no fue impedimento para todas las voces coreasen cada uno de los versos, sin equivocarse. Y así fue con todas las canciones de su segunda placa, porque no hubo ninguna que haya faltado. Las tocó todas.

Esas canciones ya consolidadas, como “Dulce” y “Afortunada”, lograban su propósito por emocionar y mantener vivo al público que quizás se perdía entre tanta “Entrevista” y “Mujer Modelo”. A las muchachas se les soltaban las lágrimas al tararear dichas canciones y que la Fran interpretaba tan bien como siempre. Personalmente, amo ver una mujer tocando piano. Y verla a ella, sentada, concentrada, inspirada, eran las mejores imágenes de esa noche.

Siguiendo con “Buen Soldado”, uno de los temas más geniales, el momento en que ella y sus músicos se iban en “la volá”, fue con “Crónica”. Aquella canción que relata la historia de un asesinato desde dos perspectivas y que, con tambor en mano, se presenciaba uno de los instantes más delirantes.

El show no estuvo exento de politicismo y nos aterrizó en la realidad que vivimos. Así fue con “Los Poderosos”, cuando Francisca mostró su descontento con lo que estaba pasando, haciendo alusión al polémico caso “HidroAysén”. Porque, después de la pausa que vendría con “Qué Sería”, ella, usando una polera de “Patagonia sin represas”, dedicó el último tema de su segundo trabajo a “la falta de autoridad” que poseía el gobierno actual. “Salvador” llenaba la Cúpula de reflexión y ganas de hacer algo al respecto.

Y así fue como, ese sábado, Francisca se dedicó a demostrarnos todas sus habilidades en el piano, el teclado, en el baile, la guitarra… en todo. Terminando con dos de sus clásicos, “Muleta” y “Muérdete La Lengua”, concluyó con un público excitado y con ganas de más Fran Valenzuela por siempre.

Una pequeña, pero gran puesta en escena que, desde los hermosos juegos de luces, hasta el sonido de alta calidad, hizo que la plata invertida no fuese un gasto innecesario. Desde lo músicos hasta las pestañas con brillitos de la Fran, todo fue un show redondo. Con esto, uno siente el deseo de tener por mucho más a Francisca Valenzuela y hace valorar de mejor forma lo nuestro. Ojalá, escucharla en vivo todo el tiempo… y en Chile.