jueves, 31 de julio de 2014

Reseñas Clásicas: The Strokes - Is This It (2001)

Ya han pasado trece años desde que se lanzó el álbum debut de The Strokes y todavía no está ni cerca de pasar de moda. Eran principios del 2000 y no existía banda contemporánea alguna que hubiera logrado llamar la atención haciendo rock and roll, pero ese rock and roll a la antigua: simple pero contundente, con guitarras sucias y letras escritas con la tonalidad del cemento, el alcohol, relaciones inestables, sexualidad y gritos adolescentes.

El sonido de este quinteto neoyorkino, que se balanceaba entre el indie rock y el garage rock, causó furor sobretodo en Europa, donde el "Is This It" se posicionó en el segundo lugar del UK Albums Chart, además de alcanzar el disco de platino y la alabanza de la crítica en múltiples países.

Con una notable influencia de The Velvet Underground y The Stooges, la banda liderada por Julian Casablancas fue la creadora de once canciones que se concentraban en las guitarras afiladas, unas líneas de bajo bastantes simples, batería pegadiza y una voz desgastada y despreocupada, pero que lograba llegar a unos bajos notables y a unos altos imposibles.

El disco que se grabó en Manhattan y a la vieja usanza, es una oda a la rapidez y la potencia. El "Is This It", que apenas supera la media hora de duración, se transformó en un disco obligatorio en la escena musical gracias al cambio que le adjudicó a un género que se desgastó con el paso del tiempo: era la salvación del rock and roll. Bajo ese concepto es que las canciones se terminaron volviendo inmortales.

"Can’t you see I’m trying?" versa la primera canción, que le da el nombre al disco. ‘Is This It’ es una de la tranquilas. Una batería que solo lleva el tiempo y la guitarra de Albert Hammond Jr. que, gracias a una fuerte distorsión pero con acordes sencillos, logra dar con el sentimiento de que las cosas no resultan, encajando a la perfección con la letra de Casablancas. Luego aparece un bajo con escalas más alegres y la segunda guitarra de Nick Valensi para darle más ruido a una canción bastante extraña en comparación a las otras diez del disco.

Track dos: ‘The Modern Age’. La ‘Era Moderna’ que se nos muestra en esta canción está empapada de guitarras, que son las que definitivamente reinan en el disco, las que ascienden y descienden en un mismo ritmo pegadizo que se repite la mayoría del tema. Los vaivenes de Valensi y Hammond Jr. dan pie a un cambio en la batería que termina por destrozar –de buena manera- la melodía, llegando a un coro imprudente y poderoso, a un solo decidido que te convence y que te remonta a las viejas bandas de rock and roll: es humo, son drogas y mujeres. Las guitarras no se detienen. Nunca.

‘Soma’ y ‘Barely Legal’ siguen una corriente más relajada, la primera con una velocidad moderada y una entrada refrescante, la segunda, con un riff repetitivo y más serio. Ambas tienen cortes para darle un cambio a los temas, pero seguimos escuchando la rabia en la voz y composición de Julian Casablancas. Ambas son la antesala de uno de los singles más populares: ‘Someday’.

Extrañarán los viejos tiempos, algún día, algún día. Me gustaría que te quedaras, algunas veces, algunas veces. La clásica ‘Someday’, que todavía se escucha en todos lados y que sigue siendo una en el playlist de las felices, comienza con acordes amables y casi tiernos. El vídeoclip muestra a unos Strokes jóvenes, disfrutando unas cervezas y unos cigarrillos en un bar, tocando la canción y participando en uno de esos clásicos concursos gingos. Sigue siendo la favorita de muchos y una de las más recordadas y elegantes. Acá las cosas no se salen de las manos. ‘Someday’, canción redonda para días soleados.

‘Alone Together’ posee un bajo destacable por parte de Nikolai Fraiture y unas guitarras que compiten y se entrelazan en un juego que hace de la canción una de las más reconocibles a la primera oída, una de las más pegadizas. Ésta es indie rock con todas sus letras. La letra alberga el sentimiento de entrega absoluta, de un ‘me rindo porque no hay nada que hacer’, de un ‘haz lo que quieras conmigo’. Las guitarras se enfrascan en riffs constantes a la llegada del coro. ‘Alone Together’ sigue con el jugueteo de sus guitarras hasta que el ritmo de la batería cambia, al igual que la intensidad en la lírica y en la voz, haciéndose mucho más agresiva, aunque siempre volviendo al ritmo inicial.

‘Last Night’ y ‘Hard To Explain’ son dos de los tres singles del álbum. Canciones bien escogidas, ambas con vídeoclips, con ritmos muy pegajosos y reconocibles y ambas con letras con las que te puedes identificar: Una noche una chica se queja de tu actitud y en otra te invaden un montón de contradicciones personales. A pesar de que la primera tiene un aire rockero mucho más clásico, ambas están sustentadas con reconocibles riffs, que son los protagonistas del disco.

Rock duro, bueno, al hueso. Rock primitivo, sucio y con letra odiosa. ‘New York City Cops’ está reconocida como una de las mejores canciones del disco por la crítica. La letra es una sátira a la policía neoyorkina y a su ‘no tan inteligente’ manera de hacer las cosas en la ciudad. La distorsión que sacude la guitarra de Albert Hammond Jr. con uno de los riffs más notables pero sencillos del álbum, es lo que sigue después de un ligero acople y la sutil entrada del bombo de Fabrizio Moretti. Todo es ‘jodidamente raro’ y complejo para Casablancas, al igual que las guitarras, que a veces quedan silenciadas para darle apoyo a la batería que suena enérgica y al corte que antecede al poderío de una voz más que desaliñada, ronca.

‘Trying Your Luck’ es la máxima muestra de entrega, de quién se arriesga a enamorarse. Dos guitarras se entrelazan, el bajo sigue la melodía y la batería hace lo mismo, con una que otra variación que se distingue hacia el coro, al igual que la línea del bajo. Es una canción distinta a todo lo anterior, tanto por su musicalidad como por su letra, más emocional y romántica que otras. La intención es diferente y se nota. El solo de Albert rompe la monotonía de las pocas notas antes tocadas, lo que acrecienta la melancolía de la canción.

La última canción del disco presenta a ‘Take It Or Leave It’, una de las más disfrutables y pedidas por el público en los conciertos. Y eso básicamente sucede porque es notable. El punteo de la guitarra es de los más simples y pegadizos y es constante en gran parte de la canción que ni siquiera se detiene en el coro. Fab Moretti le pega a la caja con toda la fuerza posible para volver a la armonía principal, que muestra nuevamente los ires y venires de Valensi y Hammond Jr. En esta canción, Moretti es la pieza clave.

‘Is This It’, dueña de una de las portadas más controversiales de su época y que tuvo que tener otro diseño para que se pudiera comercializar en otros países, se transformó en un disco icono de la historia del rock. La simpleza y rudeza que se reflejaba en estos chicos de Nueva York les valió una fanaticada de proporciones, fans que se siguen multiplicando gracias a la relevancia del rock de garaje de The Strokes, pero sobre todo por este primer disco que los transformó en leyendas a los 20 años.





Artista: The Strokes
Disco: Is This It
Año: 2001
Sello: RCA













Por Mel Vargas