sábado, 22 de marzo de 2014

Natalia Contesse: “Hay que compartir la belleza y valor que tiene el folclor para nuestra identidad”


Natalia Contesse es una arqueóloga de sonidos. Su trabajo musical siempre ha estado relacionado a la restauración y recuperación de sonidos tan propios de los latinoaméricanos y que son causa de una identidad aún escondida.

En el año 2011, y gracias a ser seleccionada como parte de la generación de artistas de Sello Azul, edita su primer disco como solista titulado Puñado de tierra. Fue la oportunidad de difundir en altavoz su propuesta que experimentaba con la cueca tradicional y la tonada. Un trabajo avalado por su investigación y estudio junto a las folcloristas Margot Loyola y Patricia Chavarría.

Hoy, ya con su segundo disco bajo el brazo, Corra la voz (2013), se alista para presentarse en uno de los contextos musicales más importantes del país: la cuarta versión del festival Lollapalooza Chile.

No es muy común ver propuestas como la tuya en un festival con exponentes tan distintos a tu música (como quienes encabezan: Arcade Fire, Soundgarden, NIN). ¿Cómo se logra este acercamiento a la producción de Lollapalooza y cómo se presenta esta invitación dentro de tu carrera?

Entiendo que a pesar de que el rock y el pop son el eje central de este festival, Lollapalooza está pendiente de proporcionar una parrilla programática que ofrezca una amplia diversidad musical. Ahí entra mi propuesta. Si bien, mi música se basa en la raíz folclórica, también he tenido influencias de bandas clásicas del rock, como The Beatles, ayudándome siempre a la hora de componer una cueca o una canción.

Tú trabajo está muy relacionado con la investigación y el rescate de las raíces. ¿De qué forma se adapta tu propuesta a un festival tan grande y diverso como Lollapalooza, considerando el escenario en el que te presentas (Kidzapalooza)?

Mi trabajo es una propuesta donde la instrumentación y los arreglos musicales le entregan una versatilidad mayor al folclor más tradicional. Para el Lollapalooza, estamos planeando y preparando un repertorio especial. Diría que más que adaptarse al festival y escenario, es alinear de la mejor manera mi puesta en escena en lo artístico, musical y poético a un ambiente familiar. Por eso, vamos a mostrar un show armado exclusivamente para la ocasión. Un formato banda que incluirá un cuadro de danza que se llama “Me niegan, pero existo” junto a los bailarines de la agrupación Palomar.

Este año, Kidzapalooza está muy influenciado a mostrar raíces del mundo. Está la participación de Orixangó (sonidos africanos) y Tikitiklip (que rescata cuentos infantiles nacionales). ¿Qué tan importante es eso para ti, como parte de esta nueva versión?

Es muy importante para mí, porque intento que en las canciones que compongo, exista un ida y vuelta a nuestras raíces chilenas. Mi apuesta es componer cosas nuevas, usando estructuras de la cueca, la décima y las distintas posibilidades de nuestra tonada, los dichos populares, etc. La idea es tomar y aprender del folclor para hacer y compartir música nueva; unir arte y pedagogía. Para mi es genial que dentro de un festival tan masivo como Lollapalooza, esté la posibilidad de mostrar a niños y niñas, a través de la música, las distintas culturas, los orígenes y raíces de sus sonidos y que puedan a aprender todo eso en una instancia de diversión pura. ¡Es maravilloso!

Ese trabajo investigativo se ve fuertemente en tu primer trabajo y es algo que continúa en tu segundo disco. ¿Cómo ha sido la recepción de este trabajo y qué importancia crees que tiene al aporte dentro de esta nueva escena musical chilena?

Creo que la diversidad siempre es buen aporte. Que existan diversas propuestas artísticas, musicales en este caso, trae consigo la posibilidad de ampliar el abanico y la mirada cultural de las personas. En el caso de mi música, intento mostrar que se pueden hacer canciones usando géneros musicales que nos pertenecen, ya sea dentro de la zona central de Chile, como también de más al sur. La gracia está en compartir la belleza, la importancia y el valor que tienen estos géneros dentro de nuestra identidad, ya que muchas veces ignoramos la gran influencia que ellos tienen en lo que somos como pueblos. Yo creo que por eso la recepción de mi trabajo ha sido muy buena, considerando también que, según algunas estadísticas (¡que me cargan!), solo un 5% de los chilenos escucha folclor.

A esto último, ¿hay un fuerte lazo con lo que predica tu último disco, Corra la voz, con la transmisión de tradiciones a través del boca en boca, la preservación oral de nuestras raíces?

Mi segundo disco, Corra la voz (2013), se llama así porque fueron los refranes tradicionales los que me inspiraron en gran parte de las canción. A través de estos refranes, el sabio popular, con su sencillez y profundidad, transmite a las generaciones su forma de ver, sentir y actuar en la vida. Ese fue uno de mis propósitos con este disco: tomar e intentar preservar esas joyitas, que son enseñanzas de los antiguos.

Por último, ¿qué podremos ver en tu presentación en Lollapalooza?

Será un show que incluye canciones de Puñado de tierra y Corra la voz en formato sexteto. Y como ya te decía, incluiremos un cuadro de danza que proyecta la presencia africana dentro de la zona central de Chile. Estará a cargo de la agrupación Palomar, que lleva más de 61 años de trayectoria. El cuatro “Me niegan, pero existo” habla de que los chilenos no reconocemos o ignoramos que africanos habitaron esta misma tierra y nos heredaron algunas cosas importantes dentro de lo que hoy somos. Nuestra cultura chilena hasta hoy sigue en este desconocimiento. Queremos compartir esto con los niños, niñas, jóvenes y adultos que presencien nuestro show en Lollapalooza. ¡Estará sorprendente!



Natalia Contesse expondrá su talento y trabajo en el escenario de Kidzapalooza, donde compartirá junto a artistas como Orixangó, Tikitiklip y 31 Minutos. Su presentación está fijada para el día domingo 30 de marzo a las 14.15 hrs.

Por Jorge Rubio Soto
Foto gentileza Natalia Contesse