martes, 10 de diciembre de 2013

Jason Mraz: Crear el ambiente


Jason Mraz + Donavon Frankenreiter en Chile
Lunes 9 de diciembre, Movistar Arena

La maniobra parecía arriesgada desde un principio y la cancha a menos de la mitad de su capacidad lo confirmaba: fijar en Movistar Arena el debut en Chile de Jason Mraz, fue un error. Pero a pesar de que el recinto le quedó grande en términos de concurrencia, el estadounidense sacó la tarea adelante de manera notable gracias a su gran capacidad para crear diversos ambientes dentro de un mismo show, y a su innegable pila de éxitos radiales que distribuye dentro de un extenso setlist.

Así quedó en claro desde que, sin parafernalias y sólo con su guitarra, salió a escena puntualmente a las 21:00 horas. Antes, Donavon Frankenreiter había encantado al público local con un íntimo y relajado set que coronó haciendo cantar a todos los presentes (incluso a una de ellos la subió a cantar con él).

Por esto, cuando Mraz comenzó su actuación con la tranquila ‘You and I Both’, la heterogénea audiencia ya estaba entregada a lo que sucedía sobre el escenario. Pero la calma de la interpretación a guitarra acústica de la primera canción cambiaría drásticamente en todo lo que seguiría: una versión en clave reggae de ‘The Remedy’, la muy funky ‘Butterfly’ y una linda versión de ‘Lucky’ junto a Nicole dieron muestra de la diversidad que la noche tendría.

Precisamente en esa diversidad es donde el en vivo del de Virginia gana. Aprovechando las capacidades de una banda de seis músicos (más trío de bronces) y sin la necesidad de derrochar grandes cuotas de virtuosismo ni carisma sobre el escenario, el músico genera climas que van desde lo contemplativo –a ratos romántico- de sus canciones lentas (‘The Freed’, ‘Woman I Love’, ‘A Beautiful Mess’), a otro más festivo orientado a la pista de baile (‘Make it Mine’, ‘The Dinamo of Volition’), e incluso el relajo del reggae ('The Freedom Song'). Y lo importante es que tanto cambio, no se ve forzado: son las diversas texturas e influencias de la música de Mraz las que se potencian en directo.

Lógicamente, también se deja espacio al karaoke masivo. Con gran sentido del espectáculo, el músico de 36 años reparte sus singles más identificables a lo largo de todo el concierto, logrando acaparar la atención y los cánticos durante la totalidad de la presentación. Aunque, claro, la postal definitiva llegó sobre el final con una cálida versión del mega-éxito ‘I’m Yours’, que se destacó como el punto más alto de la noche.

En cuanto al sonido, no hay nada cuestionable. Pese a algunas dificultades técnicas evidenciadas –entre bromas- por el norteamericano, no se puede negar que su voz está en perfecto estado y su banda suena acoplada y potente. Si hay algo reprochable, eso sí, son las consignas pro amor y difusas dedicaciones que el músico lanza permanentemente entre canciones, lo que lejos de aportar, sólo resta dinamismo a la buena propuesta en directo.

Con todo, el debut en Chile de Jason Mraz tuvo varios momentos para recordar. Es cierto, su show hubiera quedado mejor en un recinto de capacidad más limitada y, por tanto, más íntimo (La Cúpula, por ejemplo), pero ese fue un factor que no afectó en nada la calidad de lo mostrado. Después de todo, independiente de la cantidad de público, el espectáculo -y la buena organización- fue lo que destacó.



Por Ignacio Silva
Fotos por Fran Núñez