jueves, 11 de abril de 2013

Festival Santiago Independiente: Martín Pescador

Foto: Bianca Godoy Paez
Cada vez falta menos para el Festival Santiago Independiente y en Melómanos Magazine nos estamos preparando. Es por eso que durante toda esta semana analizaremos desde distintas miradas a algunas de las bandas que formarán parte del evento, que se desarrollará este domingo 14 de abril en el Centro El Cerro. Ayer partimos con Inverness y acá nuestra segunda entrega: Martín Pescador.

Martín Pescador: Folk Evocativo

El folk a veces es visto como un género que tiende a cobijarse en cuadros unidimensionales o en piezas lo más desnudas posibles. No obstante hay autores que llegan a dar vuelta esta sensación, robusteciendo sus canciones y agregándole una serie de arreglos que le entregan mayor estatura a estructuras de por sí evocativas. Esta vertiente es por la que Martín Pescador (Ariel Acosta) jugó sus fichas en “Somos Los Mapas” (2012) y que le brindó un nuevo campo al cual llevar su música.

El LP que publicara el año pasado de mano del sello LeRockPsicophonique crea un viaje de evidente coloración sureña, en el que la profundidad sonora también tiene cabida. No llega a sonar como el folk barroco de los Fleet Foxes, no obstante, la ornamentación que acumula su placa nos llevan a imaginar una travesía invernal con varias texturas , tonos y voces femeninas, que guiñan el ojo por aquí por allá (‘Celeste’, ‘Como una película’).

Estas imágenes evocativas tienen un punto de origen que, más allá de cruzar por el plano musical de su autor, tienen como génesis el sur de Chile (Chiloé) y la estadía que Ariel Acosta tuvo en Escocia, ambos parajes inevitablemente asociables a ciudades húmedas y niebla por una parte, más naturaleza por otra. Signos que aparecen constantemente en las creaciones de Martín Pescador y que inherentemente pueblan las frecuencias de su música.

El autor, quién llegara al folk luego de pasar por varios estilos disímiles, ejemplifica el espíritu que prima en nuestros días. Ese en que la permanencia en un estilo parece casi anacrónica. Y es tal vez por eso que las canciones de su autoría conservan ese dejo de ambición por explorar. Quizás el mero hecho de que su anterior banda estuviese enfocada en el rock sea una razón para tenernos en la permanente alerta no cumplida de una explosión eléctrica (‘El final de tu voz’, ‘Ella’). Y es que las influencias son muchas y sus direcciones múltiples. De Radiohead a Sonic Youth, pasando por el grunge. Los ecos de toda esta educación musical, si bien no se ven explícitos en las canciones, no se abstienen y dejan notar su presencia con pequeños pero reales detalles, que alimentan el estilo predominante.

Un autor muy consciente de su obra y que sin escapar del todo a las etiquetas, consigue plasmar en sus canciones un sentir de búsqueda y emocionalidad que combina muchos aspectos sin sonar difuso u esquizofrénico. Con un mapa y una brújula que apuntan al sur, lo de Martín Pescador es imbuirnos de colores opacos o -como en ‘Pedro’- donde las percusiones y la estática ambiental de las guitarras nos llevan a tierras donde el viento sopla fuerte. Como en el sur, como en Escocia, o simplemente como en la tierra imaginaria de Martín Pescador.



Por Francisco Silva