martes, 16 de abril de 2013

Festival Santiago Independiente: La definición de impecable

Festival Santiago Independiente
Domingo 14 de abril, Centro El Cerro

Muy pocas veces nuestro país es testigo de eventos, nacionales, de envergadura y calidad. Una de aquellas pocas instancias fue el Festival Santiago Independiente, que reunió a 10 bandas locales e internacionales para dar vida a su primera edición.

Es que la escena actual es tan rica e interesante que una reunión así era necesaria. Aunque muchas bandas quedaron fuera, lo demostrado en el centro de eventos El Cerro fue más que suficiente para salir satisfecho luego de un intenso día de música.

Con un pequeño retraso en la programación, Diego Lorenzini se encargó de abrir la jornada mostrando canciones compuestas para la película “Educación Fisica”. 

El artista visual y hombre del sello Uva Robot se presentaba por primera vez en formato festival y de inmediato logró cautivar con sus melodías sencillas de guitarra acústica y una interesante propuesta lírica, que mantuvo al público siempre atento a sus temas. De seguro que la propuesta en vivo de Lorenzini fue uno de los puntos altos de la jornada, ya que demostró talento y originalidad, algo que durante las casi cinco horas restantes de festival no se quedó atrás.

La mezcla de post y math rock de Jovenabuelo continuaron dando vida al evento, que poco a poco tomaba fuerza y ganaba público. Su presentación puso a prueba el escenario principal con un impecable y potente sonido. Mientras que en el escenario número dos, Martín Pescador demostró una vez más su nivel y capacidad de cautivar en cada presentación a un público nuevo. No fue necesario un escenario grande para que el intérprete de “Somos los mapas” conmoviera y a la vez mostrara toda su potencia en vivo.

La tarde, opacada tal vez por el show de The Cure en el Estadio Nacional, continuó con las presentaciones de Milodonte y la electrónica de La Entrópica, que hizo bailar al escenario dos. Ya más tarde fue el turno de los invitados internacionales, MUNN. En alrededor de 45 minutos, los ecuatorianos presentaron temas de su único álbum “Espirales”, una mezcla entre triphop, downtempo y electrónica. La banda de Quito también se posicionó como uno de los platos fuertes ya que no dejaron indiferente a nadie con su música y su simpatía, dejando en claro sus intenciones de seguir mostrando su sonido en nuestro país.

Lo más interesante hasta el momento fue la autodenominada electrónica orgánica de Aoraquï. El dúo de Renata Anaya y Daniel Jeffs combinó en su presentación, sin cortes, una serie de ritmos electrónicos, acompañados por una puesta en escena sencilla donde predominaron las luces y su sonido fresco gracias al carisma y voz de su vocalista.

De aquí en adelante y tras casi 5 horas de música sin parar, el público lucía algo agotado y disperso, y así lo vivió El Sueño de la Casa Propia e Inverness, los encargados de ir cerrando la tarde para dar paso al plato principal y responsable de gran parte de los asistentes: Como Asesinar a Felipes. Los autores de “Comenzará de nuevo” desplegaron en casi una hora de show canciones pertenecientes a todos sus trabajos y demostraron por qué ellos se encargaban de cerrar la jornada.

Sin lugar a dudas que Santiago fue testigo de un evento de primer nivel gracias a la organización de Javier Hechenleitner (Jovenabuelo), con ansias de continuar y expandirse. Simplemente un lujo, que demuestra que la escena actual local tiene mucho que mostrar y sorprender.


Por Matías Muñoz
Fotos por Bianca Godoy Paez