jueves, 21 de marzo de 2013

Anneke van Giersbergen: Lo que nunca cambia


Anneke van Giersbergen "Everything is Changing" Tour
Miércoles 20 de marzo, Teatro Nescafé de las Artes

Tratar de describir un show de Anneke van Giersbergen sin caer en los clichés, definitivamente es un desafío. Tantas veces, tantas oportunidades se hacen nada cuando ella se para frente a su público, ese que la conoce tan bien y que ella lo maneja de memoria. Y el pasado 20 de marzo todos se dieron cuenta de ello, se rindieron ante su carisma e hicieron de las butacas, el mejor estorbo para saltar.

Media hora antes de lo estipulado en el afiche oficial, partía otra noche memorable gracias a la bella holandesa y su estridente voz. "Feel Alive", canción que abre su última producción de estudio y que la traía de regreso a Chile, "Everything is Changing"; se encargó de levantar el telón ante un teatro repleto. Es que, al parecer, en su cuarta presentación en el país junto a sus proyectos solistas, nadie se quiso perder a una Anneke renovada y con más fuerza que nunca. Y así se mostró.

Un completo repaso a su última producción permitió escuchar las mejores canciones del disco. Así fue como presentó sin descanso "My Boy", "Take me Home", "Hope, Pray, Dance, Play" y "You Want to be Free", interrupidas por uno de los clásicos de Agua de Annique, "Beautiful One". Un primer segmento que cumplía con las promesas de la holandesa con hacer vibrar a los asistentes con un rock potente y bien ejecutado.

Para entonces, se dio la licencia de recordar las veces que había pisado suelo chileno, haciendo memoria sobre la primera vez que vino junto a The Gathering en el año 2004. Aquella ocasión, presentándose en el mismo recinto, el ex Providencia. Es que, como se dice siempre, Anneke ya "es de la casa" y este show fue muestra de la gran confianza que hay entre ella y su fanaticada.

El mundo seguía sentado en sus butacas mientras la camaleónica cantante interpretaba "Circles" y "Here Come the Rain Again", cover de Eurythmics, hasta que nadie se pudo aguantar y todos estaban de pie. ¿Por qué? Siempre es inevitable querer escuchar a una de las voces míticas de la banda más importante del rock holandés, interpretar canciones de aquellos tiempos y fue así como "Saturnine" fue la primera rememoración a aquellos años. Y desde aquel momento, nadie volvió a tomar asiento.

Es que, quizás, uno de los errores más grandes de esta presentación, fue la elección del recinto. Era imposible, casi incomodo, quedarse sentado y aguantarse las ganas de saltar junto a la masa. Pero, a fin de cuentas, a nadie le interesó eso y las butacas solo sirvieron para dejar los bolsos y disponerse a saltar.

"Stay" y "1000 Miles Away for You", puntos melancólicos, pero poderosos del "Everything is Changing", fueron la antesala de algo que los presentes esperaron largo tiempo. Tuvieron que pasar seis años para poder escuchar nuevamente "Strange Machines", himno de himnos, éxito de éxitos y ni siquiera de la mano de The Gathering. Anneke y sus músicos -excelentes acompañantes, por cierto- supieron replicar a la exactitud lo registrado en el Caupolicán el año 2007. Con lo vivido, se puede afirmar con claridad que el teatro no aguantaba el espectáculo que se estaba montando.

Para continuar con potencia y cerrar el segundo bloque del show, Anneke y compañía se disponía a realizar su versión de "Hyperdrive!", recordando su última visita junto a Anathema e impacientando a quienes esperan la presentación de Devin Townsend en The Metal Fest. Luego de eso, fue cuando acompañada solo con su guitarra y el afiche de The Gathering en Chile del 2004, dedicaba un espacio acústico para sus seguidores. "My Electricity", otra de las grandes canciones de su ex banda y que la ha custodiado durante su carrera, era coreada por cada uno de los presentes. Lo mismo ocurrió con "Looked Away" y "Hey Okay!", para luego cerrar un show completo con "Witnesses".

Era tanta la emoción del público, pero más era la de ella, que no pudo irse sin tocar un tema más. La felicidad estaba plasmada en su rostro y los asistentes le entregaban todo su amor en cada aplauso y grito. Así fue como se despidió con "4 Years", canción escrita por Anneke para el proyecto Lorrainville, con su guitarra en mano y que hizo aún más especial este concierto. Dicha canción solo fue tocada en este país.

Pero más allá de todo, es indudable el cariño mutuo que existe entre Annie y el público chileno. Es que ambos actores funcionan a la perfección. Anneke sabe dar un buen espectáculo y su público sabe cómo comportarse y hacer de cada show, momentos inolvidables. Anneke van Giersbergen podrá venir todos los años, pero cada oportunidad será una nueva. Y eso es lo que más se valora de ella. Porque con Anneke, todo siempre va cambiando y para mejor.


Texto por Jorge Rubio Soto
Fotos por María Paz Arias