martes, 10 de julio de 2012

Congelador: Una máquina del tiempo

Congelador en Ciclo Neutral de Invierno
7 de julio, Sala A2 Centro Cultural Gabriela Mistral

Las expectativas eran altas: más de diez años de trayectoria y cinco discos bajo el brazo conformaban el regreso más esperado del Ciclo Neutral de Invierno. El trío de post rock Congelador se presentaba con nueva formación en una fría noche de invierno desatando los recuerdos, abriendo la memoria, celebrando el presente.

Los encargados de abrir la noche fueron Mostro, quienes llenaron de calor la Sala A2 del Centro Cultural Gabriela Mistral. Las cabezas se movían al ritmo de su setlist, mientras un público cómplice y con una energía desbordante celebraba cada una de las canciones de los hermanos Reinoso. El auditorio del GAM ya estaba completamente lleno, el público había entrado en calor y Mostro había iniciado una gran fiesta, la fiesta del regreso de Congelador.

Por fin llegó el minuto que todos estaban esperando. Se abre el telón y Congelador aparece con más fuerza que nunca en escena. La agrupación, con los hermanos Santis a la cabeza, comenzó su presentación con las visuales de Rosario González de fondo, combinación que automáticamente atrapó a los asistentes en el efecto congelador.

Había sentimientos encontrados: parecía que la sala estaba sumergida en una máquina del tiempo, en un viaje nostálgico y hermoso hacia la adolescencia. Las canciones de Congelador aún guardan y transmiten esa oscuridad que te transporta a otro mundo, una obscuridad que suena y sabe a los 90s, como si Rodrigo Santis lograra meternos a todos dentro de su cabeza, sin dejar indiferente a nadie y logrando conmover -a la vez que incendiar- a todo el público.

Es el momento de 'Cordillera' y el viaje nostálgico hacia el pasado parecía detenerse para conmemorar el presente, en los momentos en que Santis parece estrellar su guitarra contra el suelo, en los momentos en que el resto de los integrantes cierran los ojos mientras tocan sus instrumentos. Dan ganas de pararse y estallar junto a ellos; Congelador esta lleno de fuerza, de energía, de vida. Ese viaje al pasado se transforma en un tesoro que sólo Congelador puede tocar, son ellos mismos quienes parecieran decir que el viaje es éste, que la vida es hoy.

Dan ganas de quedarse en la Sala A2 del GAM para siempre. Estar escuchando a Congelador es un privilegio, que transforma todo en celebración y hace que los asistentes sean cómplices de una noche histórica, llena de magia y difícil de olvidar.

Santis se despide e invita al publico a irse de fiesta con él. Los aplausos son de pie y pareciera ser que un cliché anda dando vueltas en el aire: no es un adiós es un hasta siempre.

Por Bianca Godoy
Fotos por Cata Fuster / Paila Estudio