viernes, 17 de junio de 2011

¿Usted canta por cantar?

Teatro Caupolicán – Santiago, Chile
12 de Junio de 2011

Por Alejandra Melo 

Más que radios, son bares, mp3, grabaciones y parques por donde caminas y bebes algo, en donde es posible escuchar trova nacional. Es en presencia de la naturaleza, en compañía de la soledad o en un mejor caso, con quien quieres, que la Nueva Canción Nacional te eriza cabellos y te remueve lo más hondo de tu ser.

Este domingo de 12 de junio, el Teatro Caupolicán acogió todo eso, cuando a las 18:40 hrs., en un oscuro escenario, cuatro personas se distinguían y una voz en off comenzaba a presentar, recordando que independiente de sus orígenes, sus mensajes se comprendían en todas partes y que estábamos ahí a causa del cumpleaños del programa ‘Dulce Patria’ de Radio Cooperativa.


Acallada la voz en off, Evelyn Cornejo desde el costado izquierdo del escenario saluda con un ‘Buenas Tardes/Noches” y comienza a cantar su ya conocido tema “Los Ratones”, Juanjo Montecinos, dedica a su madre “Cuando Todo Pase” y cautivando al público, se lleva la primera gran ovación. Acto seguido, Natalia Contesse cuenta que “Aysén y Arauco trata de lo que ocurre en ambos lugares y menciona Hidroaysén, generando pifias inmediatas, sin embargo, junto a su guitarra y chelo que la acompañaban sale airosa del momento. Una nueva ronda para los cantautores, donde se destaca Juanjo con su guitarreao’ tema “Homosapiens Homopiensa”, posterior al “América sí” de Cornejo y seguido del “Décimas al Agua” de Contesse.

Terminan y a partir de las 19:15, la porteña Pascuala Ilabaca, utiliza un teclado con una bandera de los pueblos originarios, canta en Mapudungún, momento en que el público respetuosa y atentamente mantenía silencio. Luego de esto, homenajea a Víctor Jara, cantando ‘El Arado’ y tocando el acordeón procede a una cueca: ‘la menta a la canela’ y para terminar da al público la opción de elegir una canción inédita indú y diciendo que “la unión de culturas va a hacer cambiar este sistema”.

Sale del escenario recibiendo la ovación esperada y merecida de su último show en Chile antes de partir a España junto a su banda por dos meses y aparece Fernando Milagros, quien con cuatro canciones contribuye a dejar motivado al público cada vez más, terminando su show con ‘Reina Japonesa’.

Al acabar, es el turno de Javier Barría, quien pide silencio para la primera intro de guitarra eléctrica, pues asume que se pierde. Generando un par de risas, más por la honestidad que por la falta de concentración, lo que escuchamos es “Paisito”, que genera con sus acordes y el silencio un clima llamativo, mientras él ‘volvería a la tierra que adoraba al dinosaurio’. Prosigue con el ya conocido tema “Mi corazón es su casa” y anuncia que tocará “A Salvo”, canción que es parte de un futuro disco. “Ciego, Nudo y Desenlace” y termina agradeciendo al público su asistencia, rematando con “La Misma Madera”, llevándose aplausos que traerían al escenario al afamado hombre del planeta Marte, Pedro Piedra.

Abriendo su show con la divertida “Al Vacío” y luego del primer y fuerte aplauso sigue con “Las Niñas Quieren”, manteniendo el ritmo en el público, que tanto en cancha como galería, tenía su propio espectáculo con baile incluido. El ambiente se relaja con el coro ‘será porque somos dos animales…’ de la relax canción, “Sol mayor”. Yéndose un poco más al electro, da espacio a una canción del disco nuevo “Vacaciones en el Más Allá” y saludando a los compañeros que pisan el mismo escenario, se despide con su éxito “Inteligencia Dormida”, dejando un público motivado a la espera de los mayores exponentes de trova.

‘Ritmo, ritmo de la calle pa’ despabilar...’ y un individuo bailando peculiarmente en el fondo de cancha es el modo de empezar de Kaskivano, quien guitarrea “Indecencia y Rojos de Sangre” medio arrabiado con gritos al final de la canción y un público que pedía canciones desde su ubicación. “Ángel de los Ángeles” es lo que sigue y un tanto de melancolía y entrega es lo que se sentía en el momento. Agregando letra y haciendo un llamado a informarse por con medios alternativos (El Ciudadano, específicamente), canta “Villa Francia” y todos corean a gritos. Luego de un “que se hagan los sueños de Patagonia sin represas, sin huelga de hambre”, “Del Alma Mía” cambia un poco el panorama y lleva “Hasta la Muerte”, luego ‘bueno y malo es la misma hueá’ de “Sin Igualdad”. Al escenario, a eso de las 21:50, entre pifias y gritos de “otra, otra”, sube el presidente de la FEUC y habla de combatir la desigualdad estructural, romper la indiferencia en el tema educacional y llama al apoyo del movimiento estudiantil.

Montando chelos, contrabajos, flautas y saxofón, aparece Nano Stern, quien parte con “Un Gran Regalo” y “Ópticas Ilusiones” con mayor espacio instrumental (obvio, si debía aprovechar la media producción y banda). Continúa con “Lágrimas de Oro y Plata” y “La Puta Esperanza” ambos de su nuevo trabajo discográfico “Las Torres de Sal”. “Tejequeteteje” y “Casualidad”, que provoca una atmósfera de entrega y recepción única. Sigue con “La Raíz”, haciendo un solo de guitarra y el audio queda en nada cuando, a capella, interpreta “Dos Cantores” y cierra con “Amanecer”, al tiempo que da saltos y vueltas y su pelo cobra vida, como es costumbre en sus presentaciones.

Con una espera de casi 20 minutos y pidiendo disculpas por la misma, aparece en el escenario Camila Moreno, cantando NO SOMOS PERFECTOS, dice que apoya a los estudiantes en paro y da ánimo para seguir adelante. Da anuncios que le soplan desde el público y presenta un homenaje al pueblo mapuche y a los muertos en la dictadura con “De la tierra”, versión rock pesado, acompañada en los coros por su guitarrista y con el público en el ‘no queremos, no nos da la gana ser una colonia norteamericana’, mientras ella salta y gira. Sigue “Millones” y queda la embarrá en el público, con gritos, aplausos, saltos y hasta cabeceos y desde ahí mismo nace un ‘No queremos, no nos interesa una Patagonia llena de represas’. “Siempre que yo quiero” y falla la amplificación, no obstante “Lo Cierto” con un violín se hacen presentes. Pasa datos de presentaciones en las tomas y cuenta la historia de la versión familiar de la canción recién pasada.

“Cae y Calla” y el público sumido en la interpretación musical de “La Orquesta Borracha” y "Los Disfruto" sigue la letra. La última canción es una improvisación entre la orquesta y el público, guiada por las manos de un director de orquesta. A ratos adquiere un sonido celta y ella, eufórica, da saltos por el escenario. Luego, ‘La Cuncuna Amarilla’ y deja el espacio al hombre insignia de todo este sonido nacional, Chinoy.

A diferencia de lo esperado, el cantautor de San Antonio no tocó sus temas más lentos que provocan lágrimas y crean sensaciones de pesar, sino que junto a ‘Los Niños Preferidos del Ruido’, sacó su repertorio e inicio punk, dejando atónitos a quienes esperaban y gritaron hasta el final “Klara” hasta el final. De todas formas, interpretó “Llegaste de Flor”, “Carne de Gallina” y “Plata pa’ Pan”.

Al momento del cierre del evento, pasado las 0:30 hrs., el bajista tira al piso su bajo y el público, luego de una ovación más fría de lo habitual, deja el teatro y acaba, después de seis extensas horas llenas de entrega por parte del público y los artistas, la música que hoy suena fuerte y da cuenta de nuestra realidad personal, nacional y que da preferencia al sentimiento bien cantao’ antes que a la métrica perfecta y los arreglos en un estudio. Es así como acaba la celebración de un nuevo cumpleaños de “Dulce Patria” de Radio Cooperativa.


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